Hoy iba a escribir algo bonito pero olvidé las palabras con las que mi mente dibujaba maravillas mientras pensaba en ti anoche.
Mi subconsciente vagaba hacia un sueño que no acababa de alcanzar porque un latido de corazón lento no le dejaba sumirse en él.
Arañaba la almohada con las uñas y sin estar despierta mi mente pensaba «No te despiertes, tienes que ver el final».
Inconscientemente, sabía que estaba medio despierta pero otro parte de mi, esa inconsciente y medio dormida, se agarraba al sueño para seguir en él.
Y es que tenía que ver el final, pero ahora no lo recuerdo. Aunque quizás cuando esta noche vuelva a acurrucarme entre las sábanas vuelva a saber qué pasaba porque en esos momentos reviven los sueños en la memoria.
Y mi sueño eras tú.
Y esta noche pediré volver a soñarte.
jajaja que verdad lo de la rabia. ¡Tienes cosas muy interesantes en tu blog! Nos leemos 😀
Muy cierto. Y qué rabia da cuando intentas volver al final y no lo consigues… y qué bonito cuando sueñas a alguien… aaayyy… SAludos
Precioso. Me encanta. Me alegro de seguir tu blog. Si quieres puedes pasar por el mío a leer lo que escribo. Sigue así y mucho ánimo. Nos leemos 🙂