Los tacones se le hundían en la tierra mientras iba a su encuentro pero le daba igual. No quería malgastar ni un segundo que pudiera estar a su lado.
Se acercó tanto a él que tuvo que levantar la cabeza para alcanzar sus ojos y sus respiraciones se tocaban.
-Abrázame -le pidió en un susurro a su oído mientras mantenía el equilibrio de puntillas. Y le abrazó.
Sus brazos la rodearon por la cintura mientas ella acomodaba la cabeza en su hombro anhelante de su perfume. No quería moverse de allí. Ese era su lugar. Sabía que mucha gente estaría mirando en ese momento, que nadie lo entendería y que muchos se enfadarían hasta el fin. Pero qué más daba. En ese instante, en su corazón solo existían ellos y era imposible negar lo evidente. Llevaba años soñando con aquel momento, y aunque no estaba segura de si era otro de sus sueños, no le importó.
-¿Sabes? Éste es nuestro segundo abrazo. El primero fue en tu portal hace dos años ¿te acuerdas?.
Y sin contestar, ni decir nada más, él la estrechó mucho más fuerte entre sus brazos.

Está chulo, ha quedado muy bien.
Gracias! Me alegro que te guste :))
Que bien escribes, ¡me encanta! Me pasearé por tu blog cuando termine los exámenes. Besis 😀