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La piel dorada de Carla Montero

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Título: La piel dorada

Género: Novelas románticas – Thriller
Autora: Carla Montero
Editorial: Plaza & Janés

Sinopsis de La piel dorada de Carla Montero

En 1904 tienen lugar en Viena una serie de asesinatos que conmocionan a la inestable sociedad del imperio. Todas las víctimas son modelos de artistas, mujeres jóvenes y hermosas, de dudosa reputación, que pertenecen a La maison des manequins, una organización creada por la amante y musa de uno de los pintores más afamados de la ciudad: la bella y enigmática Inés.

De la noche a la mañana, Inés se convertirá en la principal sospechosa de los asesinatos. Pero no es la única. El detective Karl Sehlackman se adentrará en la vida de lujo y arte de la Viena de Fin-de-Siècle y en los bajos fondos de un imperio decadente con la intención de desentrañar el caso más difícil de su carrera policial, ya que los principales sospechosos son su gran amigo de la infancia, el príncipe Hugo von Ebenthal, y la mujer de la que se ha enamorado irremediablemente…

Una trepidante y arrebatadora historia que tiene como protagonista a una misteriosa joven que nos descubre, con su carácter adelantado a su tiempo, el fascinante mundo de las modelos de arte de principios del siglo XX. Pero, sobre todo, una mujer que con su cuerpo y su rostro inspiró a quienes la conocieron. Una mujer de la que todos los hombres anhelaron conquistar la piel pero sólo uno llegó a desnudar el alma.

 

Reseña de La piel dorada de Carla Montero

A pesar de ser su tercera novela, La piel dorada es la primera que leo de la autora y he de decir que me han dado ganas de coger sus otros libros.

La historia de La piel dorada

Como cuenta la sinopsis, La piel dorada trata de una novela histórica ambientada en Viena que cuenta con dos tramas de peso similar: una policíaca y otra romántica. Aunque en el prólogo dice que lo que se va a contar realmente es una historia de amor, creo que la trama policíaca tiene más peso durante la mayor parte de la novela.

La historia empieza cuando Hugo von Ebenthal, con importante título de príncipe, vuelve a Viena después de un tiempo fuera. El motivo de su distanciamiento con Viena se debe a la pérdida de la mujer que amaba, Therese, brutalmente asesinada. Él era el principal sospechoso pero debido a su importante título y amistades, sale impune, además de por falta de pruebas.  

Todo el mundo había olvidado ya el dramático episodio pero a su vuelta, los crímenes aparecen de nuevo. Siempre chicas guapas, jóvenes y modelos que tienen algo que ver con Hugo, por lo que éste vuelve a ser el centro de mira.  

De esta manera, empieza la historia. Como ya podéis ver, la trama de intriga y policíaca ocupa casi todo el relato relegando los momentos de amor a unos pocos capítulos.   

En cuanto al narrador; la historia se cuenta desde primera persona con Karl Sehlackman, el detetive, y por otro lado, desde tercera persona con otros personajes; Inés, Hugo, etc.   

Karl es el detective y con su primera persona nos adentramos mejor en la investigación. La historia de los protagonistas está contada desde el punto de vista de personajes secundarios. Ciertos personajes principales no podían aportar su propia voz para no desvelarnos si eran o no culpables.

La ambientación de La piel dorada

La ambientación de La piel dorada está muy bien conseguida, está claro que la autora se ha documentado todo lo posible y más. Recrea muy bien los lugares tanto emblemáticos como callejeros de Viena.  

En cuanto a la vida social, también tiene bastante relevancia en la historia. No solo se centra en la vida de la clase social alta, ávida de conservar su poder, si no también en los barrios más bajos. Inés es la que nos lleva a estos barrios, donde ayuda a los más necesitados, inspirando ternura. De este modo, no solo se ve la parte bonita de Viena, la que siempre queda bien, si no también aquella más necesitada.  

Por supuesto, la parte de la ambientación mayor lograda son el arte, la pintura y el trato de las modelos ya que forma parte de los aspectos principales del libro. Se puede observar la problemática que tenían las mujeres que se dedicaban a posar, esa doble faceta entre ser una puta y ser arte.

Los personajes de La piel dorada

Los personajes en La piel dorada están bien logrados y perfilados. Mi personaje favorito ha sido sin duda Hugo, seguido de Inés.  

Hugo es algo problemático, no en cuanto a violencia, si no en cuanto a la pérdida de las ganas de vivir debido a todo por lo que pasa. Se deja llevar por la lujuria, los placeres y el alcohol puesto que es la única manera de perderse de las miradas recriminadoras de la gente.  

Inés, por su parte, es la modelo. Posa desnuda aunque con una gran dignidad, algo que la falta a la mayoría de las modelos en su tiempo. Misteriosa, con sus secretos y su distinta forma de ver el mundo. Es interesante el primer encuentro entre ambos:  

«-Se trata de una fantástica iniciativa -dijo la baronesa. […] -Rossetti decía que todas las modelos son unas putas -comentó Hugo como quien advierte que está lloviendo.   

[…] -¿Por lo general se muestra usted así de desagradable o más bien se debe a que ha decidido honrarme precisamente a mí con su falta de educación?   

Sólo entonces Hugo reaccionó. Entornó un poco la mirada y apenas arrugó el ceño, sin embargo, su expresión se oscureció de forma notable. Miraba a Inés como si la odiara.»  

La Maison des Mannequins se trata de una especie de escuela que Inés abre para darle cobijo a las modelos, educarles en el arte del pose, y sobre todo, protegerlas y infundirles valor, dignidad y autoestima. Una de las razones por las que Inés es sospechosa de los asesinatos es que todas las víctimas pertenecen a esta escuela.  

El lenguaje, como podéis ver, es bastante definido sin dejar por ello de ser simple. Se puede leer de una manera simple y rápida.

La trama de La piel dorada

En cuanto a la carga de la sospecha, la autora consigue hábilmente posarla sobre muchos de los personajes y lograr encajarlo todo al final para un desenlace creíble, razonable e interesante. He de decir que mis sospechas sobre un personaje no fueron acertadas y me sorprendió gratamente.  

También hay fragmentos donde podemos leer la voz del asesino en el acto de sus crímenes. La autora ha debido de saber tratar con sumo cuidado estos aspectos para guiar la atención del lector avispado.  

Al terminar de leer La piel dorada y saber quién era, tuve que volver a esos fragmentos pensando «No puede ser, eso no es lo que presentaba esa voz» pero sí, resultaba perfectamente coherente y sin embargo, conseguía sugerir sin decir. Eso fue para mí el arte del engaño en La piel dorada.

El final de La piel dorada

El final de la historia amorosa, era algo predecible aunque con aspectos que también me sorprendieron. Sin embargo, como he dicho al principio tiene poca carga.  

En conclusión, La piel dorada ha sido una historia con gran encanto y muy bien perfilada en todos los aspectos. Ambas tramas -policíaca y romántica- encajan perfectamente formando un todo bastante especial que no he visto en muchas otras novelas. La recomiendo sin duda.  

Como siempre, os dejo para el final un par de fragmentos a parte del que ya os he regalado antes:

Frases y citas de La piel dorada

«Compórtate como un Von Ebenthal, compórtate como un Von Ebenthal, compórtate como un Von Ebenthal,..»-¡No! -gritó-. ¡Yo no soy uno de vosotros! ¡Nunca lo he sido!Hugo salió corriendo. Sorteó pleitesías y reverencias, los sepulcros de sus antepasados, la tierra removida de sus blasones y llegó hasta la verja del camposanto. Inés estaba a punto de subirse a un carruaje. La abordó, jadeante, sin apenas poder hablar. […]-Yo no soy como ellos… Y tú has venido… Estás aquí… No quiero que te vayas. Ven conmigo. […]-Pero… ¿por qué? […]-No lo sé… Sólo sé que te necesito.»

«Las mujeres son malas. Su maldad revestida de debilidad e inocencia las convierte en peligrosas. Causan un daño lento y agónico, irrreversible. Las odio. […] Cuando he posado la hoja del cuchillo sobre la garganta de Therese, cuando el acero ha brillado sobre su piel blanca y suave, he sentido una electricidad contenida que me ha tensado los genitales»

«Victorine me dijo: «Siempre quise ser pintora, y no me ha importado que me llamen puta porque desnudarme era para mí la única forma de conseguirlo; a las mujeres no se nos permite pagar nuestra formación de otra manera, así de cínica es esta sociedad: nos obliga a hacer lo que nos censura»  

» -Te quiero, Inés… Te quiero. […]   -No deberías.   -Si el amor fuera sensato, no sería amor.   -No me conoces…   -Dime quién eres.»

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